Metas de una empresa: Lo que no debes hacer

En cualquier empresa se debe ser cuidadoso, ya que establecer metas equivocadas podría resultar peor que no tenerlas en absoluto. 

Existen varios errores al momento de definir metas y el plan para alcanzarlas. Conocer cuáles son es la mejor manera de evitar caer en ellos, y en cambio, centrar esfuerzos en alcanzar objetivos que beneficien el crecimiento de la empresa. 

Esperar el momento adecuado

Muchas veces el desconocimiento, el no saber por dónde empezar o la falta de tiempo nos lleva a posponer la definición de las metas de una empresa, sin avanzar y perdiendo valiosas oportunidades de crecimiento. 

¡Empieza hoy mismo a definir tus metas!

Establecer metas que no sean SMART

Al momento de establecer una meta, debemos asegurarnos que cumpla con los cinco factores SMART que garanticen su efectividad y trascendencia para la empresa. Esta palabra se conforma por las siglas de las palabras en inglés:

• Specific (específico): Deben ser concisas y muy bien definidas.
• Measurable (medible): Es indispensable que pueda llevarse un registro de su avance, solo así conoceremos su efectividad.
• Achievable (alcanzable): Establecer metas realistas. Está bien que sean un reto, pero no al grado de ser inalcanzables. 
• Relevant (relevante): Trascendentes para el futuro y crecimiento de la empresa.
• Time-bound (a tiempo): Con un calendario establecido para alcanzarlas. 

Adquirir una visión amplia

Las metas son buenas porque señalan la dirección hacia donde debemos enfocar nuestros esfuerzos, sin embargo, no debemos limitarnos a caminar hacia nuestro objetivo sin voltear a ver las oportunidades que se presentan en el camino. 

Objetivos demasiado cortos

Es cierto que se debe ser realista al definir las metas, pero tampoco debemos conformarnos con metas demasiado fáciles o a muy corto plazo. Estos pequeños objetivos deben ser tan sólo los cimientos para construir algo más grande.

Centrarse en una sola área

No olvidemos que una empresa es un engranaje complejo. Debemos crear metas que abarquen cuatro áreas principales con el fin de obtener un desarrollo integral:

• Servicio: Enfocadas en la satisfacción y retención de los clientes.
• Social: Metas que aporten un beneficio a la comunidad.
• Ganancias: Que generen beneficios financieros a la organización.
• Crecimiento: Que favorezcan la expansión de la empresa.

No celebrar los triunfos

No debemos esperar a llegar hasta el final de la meta para considerar que hemos triunfado. Cada pequeño paso cuenta, cada avance por mínimo que sea nos acerca más al cumplimiento de nuestro objetivo y nos debemos felicitar por ello. Esto mantiene a todo el equipo motivado para seguir adelante y aumentar su productividad.

No apreciar los fracasos

Del mismo modo, los fracasos no deben ser considerados como algo negativo y desmoralizantes. Todo fracaso aporta un valioso aprendizaje y otra oportunidad para hacerlo mejor.  

Ser inflexible

Las cosas no siempre funcionan en la práctica como lo proyectamos en teoría. Si en el camino a cumplir nuestras metas nos damos cuenta de que algo no está funcionando como debería, siempre es conveniente detenerse, analizar qué está fallando y redefinir nuestro plan, en lugar de aferrarnos a la idea inicial. 

Tener un plan bien definido con los pasos a seguir y el tiempo que nos llevará, será de gran ayuda para el cumplimiento de las metas de una empresa.